DE ALQUEZAR…en abril

Nos interesaba hacer un viaje desde Monzón con destino a un pueblo del entorno oscense a hacer turismo rural, en dos apartamentos donde los once “viajeros” nos fuimos distribuyendo las tareas que iban surgiendo…¡qué comidas y cenas más sabrosas recordamos!
Alquézar fue el lugar elegido; las vistas desde el balcón, fueron impresionantes. Durante los tres días que estuvimos realizamos excursiones y actividades, entre las que destacamos rutas de senderismo, la visita a un pueblo llamado Asque donde la miel artesana tiene mucha “fama” y la Jaima del Arte, que nos sorprendió con su decoración y entorno privilegiado. No olvidamos tampoco la Colegiata y el Museo Etnológico localizados en el mismo pueblo, que también tuvo su encanto.
Como veis, una buena dosis de conocimiento del entorno y convivencia continua entre todos los que participamos. ¡Hasta la próxima!


…A IBIZA (“DESTINITY EIVISSA”) en junio

Este año hemos elegido como destino de asueto, una de las pitiusas. Como, los nueve, no somos muy de la farándula nocturna que se mueve por Ibiza, aunque si un poco merodeadores post cena, y un poco “cafeinómanos”, dedicamos el principio de la noche a pasear y escrutar los puestos de venta ambulante con sus pintores, caricaturistas, artesanos, así como la belleza de la fuente con sus efectos visuales y melódicos de San Antony. Nuestros paseos no se prolongan en exceso, lo que nos da un margen para alternar con Morfeo y sus sueños y que casi al alba estemos con el petate dispuestos para adentrarnos en la marabunta de adquiridores de sol, en esas calas cristalinas de esta preciosa isla. Vamos completando nuestro recorrido isleño viendo acuarios sin poder ver por falta de tiempo lugares destinados para la protección de especies autóctonas como la poseidonia. Visitamos la fortaleza de su capital antes que el sol se manifieste en todo su esplendor. Otra de nuestras visitas fue el mercadillo de artistas y artesanos, descendientes de sus antecesores que si no descubrieron, si lanzaron esta isla a lo que seria después el turismo como tal, sobre todo para los europeos que ya estaban en Europa. Quiero resaltar el cortejo de una pareja de cormoranes que se posaban en las rocas, que algún compañero apuntó…”pues en mi pueblo hay también de estas aves”. No me extraña pues que en los pueblos costeros hasta las gaviotas se han hecho urbanitas; y sin ganas de volver, pero volviendo nos dirigimos hacia otra especie de ave voladora que nos devolverá a nuestro sitio como si de un pequeño sueño se hubiese tratado.


LOS VIAJEROS