ASAPME Huesca, acompañamiento y apoyo para la salud mental

La salud mental siempre ha sido un tema tabú. Pero en los últimos años, parece que las personas hablan cada vez más de cómo se sienten y esto provoca una mayor visibilidad de los problemas de salud mental. Huesca es una ciudad privilegiada en materia de salud mental. La presidenta de la Asociación Oscense Pro Salud Mental, Nuria del Río cuenta que “basándonos en el Plan de Salud Mental hemos conseguido que Huesca sea un referente en cuanto a los servicios que ofrece para la salud mental. Está la planta de agudos, el centro de día gestionado por Arcadia, existen centros especiales de empleo, tenemos una unidad de media estancia, otra de larga estancia… Y finalmente una entidad como nosotros, que somos asociaciones familiares que lo que nos diferencia es que también atendemos de manera directa a las familias de las personas con enfermedad mental”.

ASAPME lleva 28 años trabajando en Huesca y Monzón. No solo apoyan a la persona que lo sufre, sino que asiste a sus familiares. Su función no es solo asesorar, sino también apoyar y acompañar. Por ello, las personas que busquen ayuda, pueden encontrar en la asociación una gran diversidad de servicios adaptados a las necesidades de cada uno. La presidenta de ASAPME Huesca explica que hay cuatro servicios básicos que se ofrecen desde la asociación: “El servicio de apoyo social comunitario se desarrolla de forma mayoritaria en el centro de día de Monzón y pretende apoyar el mantenimiento de la persona en el propio domicilio; el propio centro de día, ubicado tanto en Monzón como en Huesca, y es un recurso que ayuda a la rehabilitación de la persona; el servicio de inserción laboral que también se desarrolla básicamente en Monzón y consiste en llevar a cabo acciones encaminadas para que la persona tenga habilidades y pueda incorporarse en un entorno laboral. Por último, hacemos un programa de sensibilización social que consiste en ir a los institutos, dar orientación a cerca de la enfermedad mental y de prevención”.

La psicóloga explica que «los actos de una persona que pueda estar sufriendo algún problema de salud mental son clave para detectar que nos están pidiendo ayuda». También advierte de que «cada persona somos diferentes y los síntomas pueden ser muy diferentes o a veces muy similares». Aun así, en muchos casos existe una sintomatología común a la que hay que prestar especial atención: “Sobre todo yo siempre digo que cuando empieza a enchufarse la bombillita, suele ser cuando se produce un cambio de comportamiento, de pensamiento o de conducta en la persona”

Comer mucho o no comer nada, no poder dormir o dormir demasiado, aislarse o pasar el día fuera de casa pueden ser señales de alarma, explica la psicóloga. En ASAPME, las puertas siempre estarán abiertas y el teléfono disponible para cualquier persona que no se sienta bien y no sepa a quién acudir. Hay luz después del túnel, hay apoyo y ayuda y con ella, se puede volver a construir algo mejor.