Hace unos meses, decidimos comenzar a crear un pequeño huerto en la terraza del centro.
Primero tuvimos que adecuar el lugar para acoger a los futuros inquilinos arreglando el invernadero que los iba a cobijar durante el invierno. Allí colocamos el primer cajón que hicieron los participantes del taller con mucha dedicación, cuidando los detalles para que nuestras futuras verduras crecieran sanas. Más tarde se plantaron acelgas, lechugas, etc.
Después de regarlas y cuidar que no se las comieran los insectos, por fin empezamos a ver los primeros frutos.
Y que mejor celebración que poder hacer una ensalada con la lechuga recién cogida del pequeño huerto.