Están desprotegidas las personas con enfermedad mental ante el estigma?
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En estas últimas semanas, diversas asociaciones y medios de comunicación están apostando por conseguir que el año 2015 se postule como ‘Año de la Enfermedad Mental’, para conseguir que este importante colectivo sea más visible y la sociedad tenga una mejor percepción de las personas afectadas. Se calcula que en España padecen algún tipo de enfermedad mental más de un millón de personas. Eso significa que una de cada 46 tiene alguna de estas patologías; alzhéimer, trastornos de personalidad, bipolaridad, depresión mayor, patología dual, esquizofrenia, etc.
Para los no conocedores de estas enfermedades basta aclarar que la más conocida es la esquizofrenia, y de ella existen diversas variantes: esquizofrenia paranoide, hebefrénica, catatónica, indiferenciada, residual, simple y depresión post-esquizofrénica. Este batiburrillo de nombres viene a dejar claro que la inmensa mayoría de los españoles tenemos un gran prejuicio sobre este grupo, a cuyos integrantes valoramos gratuitamente -al menos teniendo en cuenta la forma en que son tratados en los medios de comunicación- como personas peligrosas o violentas.
Pero estos calificativos están muy alejados de la realidad, ya que, al igual que otras muchas patologías incapacitantes, muchos de estos enfermos estarán acompañados por su discapacidad de por vida, y de una medicación tan imprescindible para ellos como lo puede ser para un diabético o un trasplantado. Tampoco nos explica nadie que en muchas de estas patologías el verdadero peligro es para ellos mismos: por ejemplo, un 50% de quienes sufren trastorno límite de personalidad se intenta suicidar a lo largo de su vida y de estos un 20% lo consigue.
Esta semana hemos sabido por los medios que una enferma mental ha matado a su psicóloga en el Centro Psiquiátrico de San Juan de Dios en Palencia. Lo de menos es que la paciente tenga un trastorno esquizoide, ya que sólo ante situaciones de estrés muy definidas puede tener un brote psicótico o que no se ponga en nuestro conocimiento que este centro sea uno de los punteros en España en el tratamiento de la enfermedad mental.
¿Por qué sólo se habla de enfermedad mental y sus consecuencias cuando se producen tristes hechos como el reciente asesinato de una psicóloga en Palencia? Lo triste es la forma en que algún medio nos traslada la información. Uno se atrevió a dar datos como que en el año 2006, en ese mismo centro, otro paciente había agredido a dos facultativos. Y otro añadía que recientemente, en 2010, dos atracadores agredieron a otros tantos empleados a los que habían retenido en un almacén por intentar repeler el robo. Con esta forma de tratar la noticia, podríamos considerar que constantemente se están produciendo incidentes graves en dicha centro, cosa que no corresponde con la realidad.
¿Por qué sólo se habla de enfermedad mental y sus consecuencias cuando se producen tristes hechos como el comentado? ¿Por qué no se pone en conocimiento de la sociedad en general cómo mejora la calidad de vida de los pacientes y sus familias cuando están bien atendidos y tratados en estos centros?
Deberíamos pensar que este ha sido un caso aislado, que esa joven de 39 años que quitó la vida a su psicóloga estaba internada debido a su enfermedad mental y además no era responsable de sus actos, y que no estaba desasistida, ya que estaba tutelada por la Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos, que fue la que organizó su ingreso en ese centro de tratamiento.
¿Eso significa que no se podía haber evitado la agresión? No. Siempre es posible hacer más, pero el cerebro humano es impredecible y simplemente tenemos que recordar que estaba en un centro psiquiátrico porque estaba más enferma que los otros cientos de miles de enfermos mentales que realizan una vida muy normalizada, al estar correctamente tratados y con su correspondiente seguimiento.
Representados por otros
Pero no quiero desviar lo importante del tema, el estigma en la enfermedad mental. La inmensa mayoría de las familias no quiere saber nada de exponer a sus hijos o familiares ante los medios de comunicación, con lo cual estigmatizan todavía más al enfermo. La propia Confederación Nacional de Familiares de Enfermos Mentales FEAFES, no realiza ningún comentario ante un caso así, ya que ha sido en un centro privado. El resto de instituciones con actividades similares a la orden religiosa de San Juan de Dios se callan igualmente, ya que en este caso no les ha tocado a ellos.
La Fundació Joia y Obertament están intentando poner cara a la enfermedad mental con la campaña Se Busca Famoso que Dé la Cara por la Salud MentalLa enfermedad mental mueve mucho dinero y a diferencia de otros colectivos, los enfermos mentales son de los pocos que no tienen representación propia: son representados o tutelados por otros. Las federaciones regionales de familiares suelen hacer iniciativas en favor de la eliminación del estigma y empresas o fundaciones privadas a menudo realizan importantes campañas de prensa, aunque siempre de forma aislada y no organizada, con lo que se pierde la posibilidad de generar esa mayor visibilidad del colectivo, algo que está pidiendo desde hace muchos años.
Desde hace algo más de un año, la Fundació Joia y Obertament, en Cataluña, están intentando poner cara a la enfermedad mental, con la campaña Se Busca Famoso que Dé la Cara por la Salud Mental. No han conseguido todavía su objetivo, pero sí han logrado que gran cantidad de personas desconocidas hayan dado la cara abiertamente y se sientan más liberados de su presión al haber ‘salido del armario’ y dado a conocer su situación, lo que además permite que, en caso de sufrir una crisis, se les pueda atender de forma correcta.
En la Comunidad de Madrid, en el año 2011, la Red Pública de Atención Social a Personas con Enfermedad Mental Grave y Duradera invirtió 61.442.010 euros en las empresas privadas adjudicatarias de 5.578 plazas para la atención a este colectivo. Algunas de las 14 adjudicatarias no realizan ninguna actividad en favor de la mejora de la imagen de este colectivo.
La conclusión a la que podríamos llegar es que todos cuidan y se preocupan por los pacientes enfermos mentales, pero durante unos meses tanto en Palencia, donde ha pasado este lamentable acto, como en Zamora, de donde procedía la psicóloga fallecida, la inmensa mayoría de la población va a seguir teniendo una pésima e injusta imagen de este colectivo.
* Agustín Morales es cofundador de Alonso & Co.
Para los no conocedores de estas enfermedades basta aclarar que la más conocida es la esquizofrenia, y de ella existen diversas variantes: esquizofrenia paranoide, hebefrénica, catatónica, indiferenciada, residual, simple y depresión post-esquizofrénica. Este batiburrillo de nombres viene a dejar claro que la inmensa mayoría de los españoles tenemos un gran prejuicio sobre este grupo, a cuyos integrantes valoramos gratuitamente -al menos teniendo en cuenta la forma en que son tratados en los medios de comunicación- como personas peligrosas o violentas.
Pero estos calificativos están muy alejados de la realidad, ya que, al igual que otras muchas patologías incapacitantes, muchos de estos enfermos estarán acompañados por su discapacidad de por vida, y de una medicación tan imprescindible para ellos como lo puede ser para un diabético o un trasplantado. Tampoco nos explica nadie que en muchas de estas patologías el verdadero peligro es para ellos mismos: por ejemplo, un 50% de quienes sufren trastorno límite de personalidad se intenta suicidar a lo largo de su vida y de estos un 20% lo consigue.
Esta semana hemos sabido por los medios que una enferma mental ha matado a su psicóloga en el Centro Psiquiátrico de San Juan de Dios en Palencia. Lo de menos es que la paciente tenga un trastorno esquizoide, ya que sólo ante situaciones de estrés muy definidas puede tener un brote psicótico o que no se ponga en nuestro conocimiento que este centro sea uno de los punteros en España en el tratamiento de la enfermedad mental.
¿Por qué sólo se habla de enfermedad mental y sus consecuencias cuando se producen tristes hechos como el reciente asesinato de una psicóloga en Palencia? Lo triste es la forma en que algún medio nos traslada la información. Uno se atrevió a dar datos como que en el año 2006, en ese mismo centro, otro paciente había agredido a dos facultativos. Y otro añadía que recientemente, en 2010, dos atracadores agredieron a otros tantos empleados a los que habían retenido en un almacén por intentar repeler el robo. Con esta forma de tratar la noticia, podríamos considerar que constantemente se están produciendo incidentes graves en dicha centro, cosa que no corresponde con la realidad.
¿Por qué sólo se habla de enfermedad mental y sus consecuencias cuando se producen tristes hechos como el comentado? ¿Por qué no se pone en conocimiento de la sociedad en general cómo mejora la calidad de vida de los pacientes y sus familias cuando están bien atendidos y tratados en estos centros?
Deberíamos pensar que este ha sido un caso aislado, que esa joven de 39 años que quitó la vida a su psicóloga estaba internada debido a su enfermedad mental y además no era responsable de sus actos, y que no estaba desasistida, ya que estaba tutelada por la Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos, que fue la que organizó su ingreso en ese centro de tratamiento.
¿Eso significa que no se podía haber evitado la agresión? No. Siempre es posible hacer más, pero el cerebro humano es impredecible y simplemente tenemos que recordar que estaba en un centro psiquiátrico porque estaba más enferma que los otros cientos de miles de enfermos mentales que realizan una vida muy normalizada, al estar correctamente tratados y con su correspondiente seguimiento.
Representados por otros
Pero no quiero desviar lo importante del tema, el estigma en la enfermedad mental. La inmensa mayoría de las familias no quiere saber nada de exponer a sus hijos o familiares ante los medios de comunicación, con lo cual estigmatizan todavía más al enfermo. La propia Confederación Nacional de Familiares de Enfermos Mentales FEAFES, no realiza ningún comentario ante un caso así, ya que ha sido en un centro privado. El resto de instituciones con actividades similares a la orden religiosa de San Juan de Dios se callan igualmente, ya que en este caso no les ha tocado a ellos.
La Fundació Joia y Obertament están intentando poner cara a la enfermedad mental con la campaña Se Busca Famoso que Dé la Cara por la Salud MentalLa enfermedad mental mueve mucho dinero y a diferencia de otros colectivos, los enfermos mentales son de los pocos que no tienen representación propia: son representados o tutelados por otros. Las federaciones regionales de familiares suelen hacer iniciativas en favor de la eliminación del estigma y empresas o fundaciones privadas a menudo realizan importantes campañas de prensa, aunque siempre de forma aislada y no organizada, con lo que se pierde la posibilidad de generar esa mayor visibilidad del colectivo, algo que está pidiendo desde hace muchos años.
Desde hace algo más de un año, la Fundació Joia y Obertament, en Cataluña, están intentando poner cara a la enfermedad mental, con la campaña Se Busca Famoso que Dé la Cara por la Salud Mental. No han conseguido todavía su objetivo, pero sí han logrado que gran cantidad de personas desconocidas hayan dado la cara abiertamente y se sientan más liberados de su presión al haber ‘salido del armario’ y dado a conocer su situación, lo que además permite que, en caso de sufrir una crisis, se les pueda atender de forma correcta.
En la Comunidad de Madrid, en el año 2011, la Red Pública de Atención Social a Personas con Enfermedad Mental Grave y Duradera invirtió 61.442.010 euros en las empresas privadas adjudicatarias de 5.578 plazas para la atención a este colectivo. Algunas de las 14 adjudicatarias no realizan ninguna actividad en favor de la mejora de la imagen de este colectivo.
La conclusión a la que podríamos llegar es que todos cuidan y se preocupan por los pacientes enfermos mentales, pero durante unos meses tanto en Palencia, donde ha pasado este lamentable acto, como en Zamora, de donde procedía la psicóloga fallecida, la inmensa mayoría de la población va a seguir teniendo una pésima e injusta imagen de este colectivo.
* Agustín Morales es cofundador de Alonso & Co.