Hoy 25 de noviembre de 2024, ASAPME Huesca se tiñe de morado con motivo de la celebración del Día Internacional Contra la Violencia a la Mujer, siguiendo la campaña que este año lanza la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA #NosotrasSíContamos para visibilizar las secuelas psicológicas de la violencia machista en el trabajo.
- El acoso sexual, la brecha salarial o el acoso laboral por razón de sexo son algunas de las violencias que enfrentan las mujeres en el entorno laboral, y que tienen consecuencias para su salud mental.
- El 40,4% de mujeres en España ha sufrido acoso sexual en algún momento de su vida, el 17,3% de ellas en el ámbito laboral, según los últimos datos disponibles de la Macroencuesta de Violencia Contra la Mujer 2019 realizada por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.
- El 22% de las mujeres en España pierde su puesto de trabajo al ser madre y casi cuatro de cada diez aseguran haber sufrido discriminación directa en su empresa tras haber tenido hijos o hijas.
- Las mujeres con problemas de salud mental sufren una triple discriminación: por ser mujer, por tener una discapacidad y por el estigma de tener un problema de salud mental.
El Informe sobre el estado de los Derechos Humanos en salud mental, 2022, de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, indica que, “en una sociedad cada vez más competitiva y demandante, un ambiente laboral tóxico es altamente perjudicial para la salud mental y, entre otros efectos, produce un aumento de personas que acuden a las consultas psicológicas por problemas en el trabajo. En el caso de las mujeres, la situación puede complicarse aún más en los procesos de embarazo y maternidad, cuando la falta de adopción de medidas en el lugar de trabajo puede terminar por apartarlas del entorno laboral”.
En este sentido, la encuesta ‘Las invisibles’, realizada en 2020 por el Club Malasmadres a 94.182 mujeres de España, reveló que el 22% pierde su puesto de trabajo al ser madre y casi cuatro de cada diez aseguran haber sufrido discriminación directa en su empresa tras haber tenido hijos o hijas.2
El acoso sexual es, quizá, la violencia más evidente y abarca desde los comentarios obscenos o bromas de carácter sexual, hasta el contacto físico no consentido y la agresión sexual física, pasando por el envío de mensajes de contenido sexual, o propuestas sexuales a cambio de mejoras laborales o bajo amenaza de despido.